Mercado automotor nacional cayó 73,45% entre 2007 y 2012

Los consumidores sufren las distorsiones del mercado. Espera de meses y elevados precios son algunas de las consecuencias ARCHIVO

La restricción de la oferta ha disparado los precios de los vehículos

ROBERTO DENIZ |  EL UNIVERSAL

domingo 13 de enero de 2013  12:00 AM

La historia no cambió. Comprar un carro nuevo también fue difícil en 2012. Al igual que en los últimos años adquirir un cero kilómetros implicó mucha suerte y bastante paciencia. 

De acuerdo a los datos de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez), el año pasado se comercializaron 130.553 automóviles nuevos. La cifra representó un crecimiento de 8,2% con respecto al 2011, pero no cubrió la demanda ni corrigió las distorsiones existentes en el mercado. 

Por el contrario, si la cifra se coloca en perspectiva, la realidad es que la oferta de autos nuevos es limitada. El resultado de 2012 es un 73,45% menor al de 2007, año en el que las automotrices colocaron 491.889 unidades. 

Ese decrecimiento en la oferta iniciado en 2008 no sólo ha impulsado al alza los precios de los vehículos cero kilómetros, sino que ha potenciado el mercado secundario. Así los carros usados llegan a venderse con precios similares a los de un auto nuevo. 

"Si hay demanda por encima de la oferta comenzamos a ver los problemas especulativos. Lo estamos viendo en los alimentos, electrodomésticos y en los carros", resume una fuente del sector. 

Al detallar las cifras, se observa que la estruendosa caída en la oferta de vehículos está impulsada por dos elementos. En primer lugar, la producción nacional cayó casi 40% entre 2007 y 2012 al pasar de 172.418 unidades a las 104.083 del año pasado. 

Conflictos laborales, dificultades para obtener a tiempo los permisos para importar el materia del ensamblaje y atrasos en la liquidación de divisas son las principales causas que explican ese bajón. 

"¿Quién crea el problema? El propio Gobierno", agrega la fuente consultada. Esas limitaciones explican, en parte, la subida de los precios de los carros ensamblados en el país. 

"Si una ensambladora planifica producir 100 carros al día, pero tiene personal para más y apenas produce 50. ¿A dónde van esos costos?", expresó otra persona ligada al negocio del motor. Además, agregó que las autoridades no reconocen los intereses que generan las deudas con las casas matrices por las demoras de Cadivi y el Banco Central de Venezuela para liquidar los dólares. 

Cierre a las importaciones 

El segundo elemento que explica la contracción del mercado es que el Gobierno nacional prácticamente cerró las importaciones de vehículos desde 2008. Desde entonces sólo otorga licencias a empresas que ensamblan en países aliados como Ecuador, China o Argentina. 

En 2007 se comercializaron 336.365 carros importados y el año pasado apenas se vendieron 25.296 autos ensamblados en el extranjero para dibujar un desplome de 92,47%. 

"Si mejoramos la oferta definitivamente se acabará la especulación", señaló otras de las fuentes consultadas. 

Explicó que en estos últimos años ha surgido una "demanda artificial", formada por personas que compran carros sencillamente para venderlos más caros al sacarlos del concesionario. 

"Si no hay oferta habrá una demanda artificial, ya que nadie quiere tener bolívares en el banco, no se pueden comprar divisas y el mercado inmobiliario también se ha hecho muy riesgoso", insistió. 

Lejos de corregir las causas que señalan los voceros del sector automotor, el Gobierno nacional se ha concentrado en intentar regular los precios de los carros. Sin embargo, los intentos de la Asamblea Nacional y otras instancias no han prosperado. 

"Constantemente se nombra el tema de la regulación, pero en realidad el Ejecutivo nacional maneja nuestros costos todos los meses", precisó una de las fuentes. 

De acuerdo a los representantes del sector, las posibilidades de que el panorama cambie en el corto plazo son reducidas. "Es difícil prever, hay demasiadas ineficiencias y demasiadas restricciones. Si se solventan esos problemas las cosas pueden cambiar". 

No obstante, advirtió que incrementar la producción supondría más dólares y el Gobierno nacional no ha podido garantizar la demanda de la industria desde 2007. 

rdeniz@eluniversal.com